Bielorrusia, Bahrein, Vietnam, Turkmenistán, Cuba,
Irán, Uzbekistán, Siria, Arabia Saudí, Birmania y Corea del Norte conforman la
lista de países en los que el acceso a la Red está restringido, son los
actuales “enemigos de Internet” según Reporteros Sin Fronteras. Desde 2008 la
organización denuncia el 12 de marzo, en el Día Mundial contra la censura en
Internet, la vigilancia que se ejerce en ciertos países sobre ciberactivistas y
la Red en general. Otros países como Venezuela o Libia han salido de esta lista
negra y han pasado a ocupar otro puesto en la de “países bajo vigilancia” junto
a Estados que ya han adoptado medidas para mejorar las condiciones.
Aunque esta situación es evidente y más frecuente
de lo que se cree, tan solo en ocasiones específicas cuando Internet juega un
papel crucial llegamos a comprender cuánta gravedad tiene. La libertad de
expresión en este medio es una salida increíble en países en los que la opinión
pública no cuenta nada, lugares en los que un ciudadano cualquiera ve imposible
alzar la voz. Este medio ofrece la posibilidad sin salir de casa e incluso bajo
pseudónimos, opinar al respecto, realizar un llamamiento e incluso provocar una
movilización social. Pero, ¿cómo parar esto? Estados totalitarios que controlan
todos los medios se dan cuenta de que Internet se les escapa de las manos. No
ven otra salida que censurar la Red para vigilar a aquéllos que puedan oponerse
y alzarse contra el régimen.
Birmania, por ejemplo, posee una de las leyes de
Internet más duras que existen hoy en día:
la “Electronic Act”.
Con un control exhaustivo, las páginas web son continuamente filtradas para
regular su contenido y la comunicación vía Skype, Gtalk o este tipo de
programas está prohibida, ordenando incluso a cibercafés que cesen las llamadas
al extranjero para evitar cualquier acto de ciberactivismo en contra del
sistema.
Arabia Saudí por su parte, a principios del año
pasado impuso una ley que obligaba a cualquier usuario que quisiera publicar un
post en un blog como este a pedir una licencia gubernamental. Para ello, el
interesado debe ser un ciudadano de más de 20 años, con cierto nivel educativo
y buena conducta, además de haberse registrado en la sede del Ministerio de
Cultura. Si no la cumpliese, sería privado del acceso a Internet y multado con
20.000€.
Año tras año, Reporteros Sin Fronteras sigue
realizando un análisis exhaustivo sobre el tema para buscar soluciones al
respecto y promueve iniciativas como ésta: La labor de aquel periodista
internauta o bloguero que promueva y fomente la libertad de expresión a través de
Internet es galardonada con el Premio Netizen de 2.500€.
¿Sabíais que existían tantos países con
restricciones en Internet? ¿Qué os parecen este tipo de acciones? ¿Consideráis
que hay posibilidades de esquivar esta censura?
DIANDRA
Un ejemplo que no habéis comentado en el post es el de China. Este gigante asiático ejerce un control brutal sobre internet, censurando un gran numero de páginas web y prohibiendo su acceso a los usuarios. Por poner un ejemplo, twitter y facebook están bloqueados en este país. Resulta curioso que, con toda esta censura, China ofrece una buena oferta a la hora de contratar internet, con buenos precios y velocidades altas.
ResponderEliminarSr. Rosa
Sobre el tema de de China hay un documental muy interesante de la noche temática "Yahoo en China" os paso un link de youtube para verlo (aunque igual nos censuran, pero vamos la noche temática al ser un programa de RTVE que pagamos todos con nuestros impuestos creo que debería ser libre para todos):
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=xawzIN6XSGU
Lilian
Tan solo hace unos días, tras un accidente de coche, China censuró en Internet la palabra "Ferrari" de los motores de búsqueda para que no apareciera ningún resultado relacionado con el incidente. Es un pequeño ejemplo de toda la censura que se está ejerciendo en el país como indica el Sr. Rosa.
ResponderEliminarSimplemente, de entre todos los Estados que configuran la lista de "enemigos de Internet" hemos tratado unos ejemplos en el post para comprender la magnitud de este problema.